martes, 15 de abril de 2008

Es la televisión: ¿Culpable o inocente de los males de nuestra sociedad?

Abstraídos por una minúscula pantalla, un racimo de adeptos mira un programa de televisón y parece que un objeto de veneración está allí. Sin duda alguna, esa pantalla que emite con igual intensidad: luces, sonidos, imágenes y contenidos, ejerce sobre los espectadores una suerte de embrujo que atrapa.
La televisión cumple con una suerte de dualidad que está al compás del hombre moderno ya que le permite un cierto nomadismo que coincide con su habitual celeridad y dispersión.
El hombre/mujer, en su casa, difícilmente esté totalmente abocado exclusivamente a la mira de la televisión. En efecto, comparte la actividad de espectador con una serie de otras tareas que tienen que ver con su multiplicidad de ocupaciones. En tal sentido, la televisión que atrapa tiene una paradojal característica cual es la de permitir el desplazamiento de su destinatario.
En cuantas casas sino el aparato televisivo cumple un rol supletorio, está encendido simplemente para anular el silencio total o ejercer funciones radiales cuando la simple emisión sonora de sus contenidos ya está cumpliendo parte de su cometido.
Otro elemento que delata esa suerte de libertad ambulatoria que proporciona la telavisión al espectador, es la explosiva mezcla del flipping y el control remoto. Este es otro elemento de "libertad condicional" porque es - la televisión - el alatr de éstos tiempos y que desde su seno, pontifica, catequiza, educa, delata, y nos indica a los televidentes como supuestamente como debemos vivir.

¿Culpable o inocente?

En el afán de lograr la mayor objetividad posible a la hora de juzgar la inocencia o culapabilidad de la televisión, es que recurro a distintos autores, pensadores, críticos, para conocer sus puntos de vista y así poder crear un concepto propio.
Uno de los mas conocidos telecríticos de la actualidad, Giovani Sartori, sostiene que: "La televisión constituye un verdadero peligro para la democracia, ya que la conversión del homo sapiens en homo videns, está cambiando la naturaleza del hombre"; por otra parte el filósofo Francés Jaques Deriva, asegura creer dedicarle demasiado tiempo a mirar televisión y simultáneamente se reprocha no leer ya lo suficiente o no hacer otra cosa. Pero aún así se muestra mucho mas partidario de alcanzar un uso alternativo de la tv.
Por otro lado un periodista español, Guillerno López de Valencia, hizo un estudio sobre un cuento de Jorge Luis Borges - EL ALEPH - donde comparaba al ALEPH con la televisión, asegurando que es básicamente una ventana desde la cual vemos todas las perspectivas, pero que el torrente de información es tan grande que no podemos disfrutarlo, ya que nuestra limitada capacidad intelectiva nos lo impide.
Esto me llevó a internareme en el Aleph de Borges, luego de lo cual se me ocurre pensar que la televisión - donde coincido con el periodista - está perfectamente simbolizada en éste cuento, porque en efecto, el cuento aludido, describe un elemento, en este caso el Aleph como el que contiene en sí a todos los tiempos, a todos los lugares; aludiendo al vértigo, a la infinitud, al punto donde convergen todos los puntos y dice:
"Arribo ahora al inefable centro de mi relato; empieza aquí mi deseperación de escritor. Todo lenguaje es un alfabeto de símbolos cuyo ejercicio presupone un pasado que los interlocutores comparten. ¿Cómo transmitir a los otros el infinito Aleph que mi temerosa memoria apenas abarca? Y aquí hace una enmeración de ejemplos que pudieran esbozar el significado del Aleph y continúa: "En ese instante gigantesco, he visto millones de actos deleitables o atroces, ninguno me asombró como el hecho de que todos ocuparan el mismo punto, sin superposición y sin transaparencia. Lo que vieron mis ojos fué simultáneo, aunque el relato de lo que vi sea sucesivo porque el lenguaje lo es" ..." vi una pequeña esfera... al principio la creí giratoria, luego comprendí que ese moviemiento era una ilusión producida por los vertiginosos espectáculos que encerraba. Cada cosa era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo..."
¿Porqué me aventuro a realizar tamaña comparación? Primero porque creo que la televisión es la condensación de toda la realidad del universo en un único punto; segundo, porque creo que la televisión no tiene culpas; la televisión solamente resume el universo infinito y vertiginoso que nos acontece.
Este Aleph, este pequeño mundo compactado en una pantalla, nos refleja, muchas veces nos asusta, nos conmueve, nos relativiza comoe especie humana porque lamentablemente nos da cuenta de la intrascendencia de nuestros objetivos, y en gran parte, da cuenta de nuestra peor versión.
La televisión nos habla y nos dice todo lo que ponemos en este universo a consideración. Ese universo contiene nuestros claroscuros, por lo tanto el reflejo no es sino consecuencia de la causa; del objeto multiplicado en la visión.
En tal sentido, y volviendo a la especia que desentraña este escrito, la televisión, desde mi punto de vista, no puede ocupar el rol de culpabilidad, ya que en sí es una expresión social; quizás la más importante de la humanidad.
Hay quienes la sacralizan y quienes la demonizan. Pero una mirada objetiva de la tv indica su neutralidad, su calidad de objeto, cuya culpa estaría dada por su condición de delatora. ¿Porqué? Porque nos denuncia en todos nuestros aspectos mas diversos como género humano.
En una última instancia, la selección de loq ue uno puede ver en el amplísimo mundo que proporcionan hoy los sistemas de televisión por cable, es lo que hace la diferencia, y somos los televidentes quienes tenemos el poder de elegir lo que queremos ver, ya que somos nosotros quienes deicidimos si seguir siendo pasivos ante esa caja boba, o aprovechar sus posibilidades de interacción, utilizando, además de los ojos, nuestro sentido crítico para observar loq ue ocurre en esa pantalla chica.
En fin, la televisón desde mi perspectiva no es la culpable de todos los males de nuestra sociedad, ya que nos muestra en una pequeña pantalla la realidad del mundo en que vivimos.
"Dicen que todo lo que le interesa al público está puesto en pantalla. Eh aquí donde entra en juego nuestra responsabilidad, ya que tenemos en nuestras manos la forma de controlar lo que no nos gusta: cambiando de canal o directamente apagando el televisor."

Gisella Filas

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